Con la entrada en vigor del nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación, el sector del transporte se enfrenta a cambios significativos que impactan tanto en la operativa diaria como en el cumplimiento de la normativa vigente. Este dispositivo, diseñado para registrar de manera más precisa la actividad de los conductores, promete mejorar la seguridad vial y la eficiencia operativa, pero también ha generado incertidumbre y desafíos en su implementación.
¿Qué es el tacógrafo de segunda generación?
El tacógrafo inteligente de segunda generación es una evolución del dispositivo tradicional, incorporando tecnología avanzada de geolocalización y comunicación remota. Este nuevo sistema es capaz de registrar automáticamente la posición del vehículo al cruzar fronteras y durante operaciones de carga y descarga, aspectos clave para cumplir con las regulaciones del Paquete de Movilidad de la UE.
¿Cuándo y quién debe instalarlo?
La obligatoriedad de instalar este nuevo dispositivo varía según el tipo de vehículo y su uso. A partir del 21 de agosto de 2023, todos los camiones de nueva matriculación deben llevarlo instalado. Sin embargo, para vehículos ya en circulación que realizan transporte internacional, el plazo se extiende hasta el 31 de diciembre de 2024. Los vehículos con tacógrafos de primera generación deberán actualizarse antes del 21 de agosto de 2025.
Problemas comunes y recomendaciones
Aunque este tacógrafo promete un mejor control, se han reportado problemas de conexión con el sistema de satélites Galileo, lo que podría causar errores en el registro de actividades, especialmente al cruzar fronteras. Por ello, es recomendable realizar una revisión tras cada paso fronterizo para evitar sanciones derivadas de registros incorrectos. Además, se sugiere retrasar la instalación del nuevo tacógrafo tanto como sea posible, dado que el sistema sigue mejorando diariamente y futuras actualizaciones podrían resolver estos inconvenientes.
Otro aspecto a tener en cuenta es la necesidad de cambiar también a la tarjeta del conductor versión 2.2, aunque todavía no es obligatorio. Esto asegurará la compatibilidad y correcto registro de las actividades.
Normativa laboral vs. Reglamento del Tacógrafo
Uno de los desafíos más complejos es la superposición de la normativa laboral y el reglamento del tacógrafo. Mientras que la normativa laboral establece descansos de 30 minutos cada 6 horas, el reglamento del tacógrafo requiere 45 minutos cada 4,5 horas de conducción. Esta disparidad puede complicar la gestión del tiempo de los conductores y la planificación logística, aumentando la presión sobre un sector ya afectado por la escasez de conductores.
Carga y descarga: una función en desarrollo
Una de las novedades más destacadas del tacógrafo de segunda generación es la posibilidad de marcar operaciones de carga y descarga. Sin embargo, aunque la Guardia Civil ha comenzado a emitir boletines de denuncia por no registrar estas operaciones, no se puede sancionar debido a la falta de un artículo reglamentario que lo exija. Por lo tanto, esta función, aunque útil, no es obligatoria por el momento.
En conclusión
El nuevo tacógrafo inteligente de segunda generación representa un avance significativo para el transporte por carretera, pero también implica una serie de desafíos y ajustes normativos. Mantenerse actualizado y realizar las revisiones necesarias tras el cruce de fronteras son medidas clave para evitar sanciones y optimizar el cumplimiento normativo. Además, la instalación del tacógrafo debe ir acompañada del uso de la tarjeta de conductor versión 2.2 para garantizar la compatibilidad y el correcto funcionamiento del sistema.